La curva ascendente de los precios parece no encontrar techo. A pesar de las promociones y descuentos, las ventas bajaron. Pero los importes siguieron el camino contrario.
Ni el descenso en las ventas en los supermercados lograron neutralizar los aumentos de precios de los productos de distintos rubros. Aunque recién la semana que viene se oficializará el índice de precios al consumidor (IPC) de junio, ya existe información oficial que refleja importantes aumentos en los productos que se comercializan en los supermercados.
De acuerdo con el relevamiento que la Secretaría de Comercio realiza periódicamente a través de la herramienta “Precios Claros”, el canal minorista registró un aumento promedio del 3,61 por ciento mientras que los comercios mayoristas reflejaron en junio una suba promedio de 2,6 por ciento, según fuentes oficiales.
Mar del Plata no queda ajena a la problemática y, de acuerdo a un relevamiento realizado por la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, durante la primera quincena de junio se registraron aumentos de casi un 2 por ciento.
“Determinados productos aumentaron 1,96 por ciento y 1,98 por ciento, con un acumulado del 13 por ciento. Pero todavía falta lo peor, porque nos falta analizar los datos de los últimos días con el impacto de la devaluación”, explicó a LA CAPITAL la secretaria de la entidad, Marisa Sánchez.
En el mismo sentido se explayaron desde la asociación para la defensa, educación e información del consumidor “Consumidores Argentinos”. “La canasta básica de alimentos durante junio aumentó más del 4 por ciento con respecto a mayo pasado”, señaló el presidente Sergio Procelli.
Además de la suba de precios, otro fenómeno que viene ganando terreno desde hace unos meses es el “faltante de distintos productos” en las góndolas de las distintas cadenas debido a la ausencia de precios referenciales de los mismos, y el aumento de productos correspondientes a las denominadas “segundas marcas”.
Crecimiento
Ante el estancamiento de las ventas, los precios recorrieron el camino inversamente proporcional abarcando a casi todos los rubros.
De acuerdo a los datos de junio recolectados por la Secretaría de Comercio, las categorías que más subieron en las 2.657 sucursales de 30 cadenas de supermercados de todo el país son los productos de protección de adultos (13 por ciento); los de limpieza de calzado (8,2 por ciento); los aceites (6,7 por ciento), las lavandinas (6,7 por ciento) y los vegetales congelados (6,6 por ciento).
En Mar del Plata, el relevamiento de la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios indicó que los productos que más subieron fueron “los lácteos, la manteca, los fideos y el aceite”, enumeró Sánchez y confirmó que “muchas segundas marcas también sufrieron aumentos, pero justamente porque creció la demanda de los mismos”.
Además, aseguró que después de una recorrida por varios supermercados de distintas cadenas en el norte, sur y centro de la ciudad realizada ayer comprobaron “una importante suba de precios y el faltante de productos de Precios Cuidados”.
En tanto, desde “Consumidores Argentinos” detallaron que los productos que más modificaciones de precio mostraron en el último mes fueron “los envasados, la carne vacuna, los productos de limpieza, las frutas y las verduras”, aunque éstas últimas pueden ser consideradas “variaciones estacionales”.
Con la misma plata menos cosas
“Vine a comprar el jugo que usamos, que está en promoción y podés llevar 4×3, pero está imposible comprar. No sólo que comprás menos cantidad de cosas con la misma plata de antes, sino que hasta tenés que bajar la calidad”, dijo Amalia a la salida de una de las sucursales céntricas de Carrefour acompañada por su marido Gregorio.
A su entender, en los últimos dos meses “aumentó todo, no sé en qué proporción, pero aumentó y se nota. Por eso yo me manejo con las promociones, porque soy jubilada y no me alcanza. Incluso, muchas cosas las compro en la despensa”, señaló la mujer.
Mientras traspasaba las bolsas del chango al baúl del auto, Andrea consideró que “todo está más caro, no sé cuánto porque lo tengo que seguir comprando porque tenemos que comer, pero es una realidad que pago más por la misma compra que hacía dos meses”.
“Vine porque me faltaba yerba, pero terminé comprando dos o tres cositas y se me fueron 300 pesos. Y mirá lo que llevo, nada”, se quejó Cecilia a la salida del eslabón de Toledo ubicado en Córdoba y Rivadavia.
La mujer trata de “comprar en base a promociones y descuentos, generalmente voy al Mercado Comunitario de Tres Arroyos pero si me falta algo de urgencia tengo que comprar por acá, cerca de donde vivo”, añadió.
Aumentos en varios rubros
Las vidrieras de los sucursales de las distintas firmas de supermercados están empapeladas con carteles que muestran las promociones y descuentos -que van del 15 al 30 por ciento- que funcionan los distintos días de las semanas y aplican a diversos productos y marcas.
“Compro siempre lo mismo y sí, gasto más. Aumentó bastante, por eso me fijo en las promociones y los descuentos que ofrecen”, explicó Maria.
Asimismo, en pos de optimizar el gasto, contó que “compro mucho en dietéticas y almacenes, donde muchas veces tenés mejores precios, más calidad y más variedad del mismo producto”.
A la salida de la sucursal Alberti de Disco, María opinó que “algunas cosas aumentaron y otras no” y ejemplificó con un yogurt que “compré en promoción y me salió más barato que la semana pasada. Pero en general todo está más caro”.
Karina sentenció que “todo está más caro, la remarcación llegó y para quedarse, hay que caminar y buscar precio pero para eso necesitas tiempo. Los consumidores siempre somos los que perdemos”.
A su entender, muchos productos “son más baratos en el almacén, hay que aprender a hacer la compra inteligente, como dicen los ecónomos”.
Más costoso
En relevamiento realizado por “Consumidores Argentinos” junto con la organización Cesyac, de Rosario y Buenos aires, el costo de la misma canasta de mayo de 2017 al de 2018 sufrió una variación del “30 por ciento de incremento y si consideramos la variación acumulada durante 2018 supera el 12 por ciento”, detalló Procelli.
Asimismo, destacó que durante el relevamiento del mes pasado comprobaron “algunos faltantes que dificultaron el trabajo comparativo en cuanto a producto, calidad y cantidad, en artículos de tocador, harinas y bebidas”.
Y también registraron diferencias de precios “pronunciadas entre el mismo producto según el supermercado, como por ejemplo crema de enjuague de $ 43 a $ 63 o mermelada de $ 30 a $ 50, siempre en igual calidad y marca”, enumeró.
La curva de precios parece que seguirá ascendente durante el presente mes según los especialistas, ya que “falta medir el impacto de las variaciones de dólar y de los aumentos del combustible”, adelantaron desde Consumidores Argentinos.
Desde la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios se manifestaron en el mismo sentido ya que “nos falta el relevamiento de la última quincena de junio, con el impacto de la devaluación” y la perspectiva para julio no es óptima debido a que “es un mes con aumentos estacionales”.